Deshumidificadores farmacéuticos Por lo general, se utiliza un proceso basado en refrigeración o desecante para controlar eficazmente los niveles de humedad en las áreas de almacenamiento y las instalaciones de fabricación. El proceso específico empleado depende del diseño y tipo de deshumidificador.
Deshumidificación basada en refrigeración:
Serpentín del evaporador: El deshumidificador contiene un serpentín del evaporador que hace circular un refrigerante. El aire del entorno pasa por el serpentín.
Condensación de humedad: a medida que el aire cálido y cargado de humedad pasa sobre el serpentín frío del evaporador, la temperatura del aire desciende por debajo de su punto de rocío. Esto hace que la humedad se condense en agua líquida, que se recoge en una bandeja de goteo o se drena.
Recalentamiento del aire: el aire enfriado y deshumidificado luego pasa a través de un serpentín condensador donde se recalienta. Recalentar el aire ayuda a evitar que el espacio se enfríe demasiado.
Regreso al ambiente: El aire ahora deshumidificado y ligeramente recalentado se devuelve al ambiente, contribuyendo a un nivel de humedad controlado y reducido.
Ciclo continuo: el proceso es continuo, aspirando aire, deshumidificándolo y luego devolviéndolo al ambiente hasta alcanzar el nivel de humedad deseado.
Deshumidificación basada en desecante:
Material desecante: En los deshumidificadores desecantes, se utiliza un material desecante como gel de sílice o zeolita para absorber la humedad del aire.
Adsorción de humedad: el aire húmedo ingresa al deshumidificador y el material desecante absorbe la humedad, eliminándola efectivamente del aire.

Regeneración: una vez que el material desecante se satura con humedad, pasa por un proceso de regeneración para liberar la humedad capturada. Normalmente, esto se hace calentando el material desecante.
Escape de humedad: El aire cargado de humedad luego sale del deshumidificador, dejando el material desecante listo para el siguiente ciclo de adsorción.
Operación continua: Los deshumidificadores a base de desecantes funcionan continuamente, alternando entre las fases de adsorción y regeneración para mantener un nivel bajo de humedad en el ambiente.
Idoneidad para ambientes de baja temperatura: los deshumidificadores desecantes a menudo se prefieren en aplicaciones donde las bajas temperaturas son una preocupación porque pueden eliminar eficazmente la humedad incluso en condiciones más frías.
Tanto los deshumidificadores basados en refrigeración como los desecantes ofrecen soluciones eficaces para controlar la humedad en entornos farmacéuticos. La elección entre los dos depende de factores como los requisitos específicos del área de fabricación o almacenamiento farmacéutico, los niveles de humedad deseados y consideraciones de eficiencia energética.